«Una biblioteca nacional no es un cementerio de libros viejos sino un repertorio bullente de ideas vivas con las que entramos en una relación intensa cuando leemos. La lectura de todos los buenos libros, decía Descartes, es como una conversación con los hombres más ilustres de otros siglos que fueron sus autores. Un buen libro es aquel que nos cambia cuando lo leemos. Los buenos libros nos hacen mejores seres humanos y mejores ciudadanos.»(Sinecio López).